Terminada la excavación de la zanja, se prepara el fierro que dará resistencia y solidez al muro de contención. La armadura debe ser colocada cuidadosamente antes del vaciado del concreto del cimiento.
El refuerzo del muro consiste en una parrilla formada por barras de fierro corrugadas colocadas en posición horizontal y vertical, amarradas es sus intersecciones con alambre Nº16.
Para sostener la parrilla en su sitio, se utilizan listones de madera de 2”x 2”, así como templadores de alambre Nº16. Éstos se colocan a ambos lados y se fijan a estacas de fierro corrugado. La armadura debe quedar bien fija, de modo que no se mueva al momento de colocar el encofrado.
Los diámetros y espaciamientos de las barras de fierro, así como la forma del muro y su cimentación, dependerán en gran medida de la altura y longitud del muro además del tipo de terreno. Por lo tanto, debemos contar con los respectivos planos de estructuras.
Las barras de fierros
una vez dobladas
no deben ser
enderezadas ya que
se debilitan y pueden
romperse.