El concreto es la mezcla de cemento, arena gruesa, piedra y agua. La cantidad de cada uno de estos materiales dependerá de la resistencia que se quiera lograr, la cual se indica en los planos con el símbolo f ‘c.
La resistencia del concreto a utilizar dependerá, a su vez, de donde se va a emplear: cimientos, muros de contención, pisos, columnas o techos. Hay muchos tipos de concreto, pero en una casa se usan tres:
Se usa en zanjas de cimentación y en sobrecimientos.
Cuando se usa en zanjas de cimentación, la proporción recomendable es de 1 volumen de cemento por 10 volúmenes de hormigón. Esto se logra usando 1 bolsa de cemento, 3 1/3 buggies de hormigón y la cantidad de agua necesaria para obtener una mezcla que permita un buen trabajo.
Adicionalmente, se debe incorporar piedra de zanja, hasta el equivalente a una tercera parte del volumen que se va a vaciar.
Cuando se usa en sobrecimientos, la proporción recomendable es de 1 volumen de cemento por 8 volúmenes de hormigón. Esto se logra usando 1 bolsa de cemento, 2 1/2 buggies de hormigón y la cantidad de agua necesaria para obtener una mezcla que permita un buen trabajo.
Adicionalmente, se debe incorporar piedra de cajón, hasta un equivalente a la cuarta parte del volumen que se va a vaciar.
Se usa en el falso piso. La proporción recomendable es de 1 volumen de cemento por 12 volúmenes de hormigón. Esto se logra usando 1 bolsa de cemento, 4 buggies de hormigón y la cantidad de agua necesaria para obtener una mezcla que permita un buen trabajo.
Se llama así porque, a diferencia del resto de concretos, se le introducen armaduras de fi erro con lo cual se consigue que ambos materiales trabajen en conjunto para soportar cargas. Por lo general, se usa para vaciar columnas, vigas y techos.
La proporción recomendable para lograr una resistencia adecuada en una casa de dos o tres pisos, es: 1 volumen de cemento, por 3 volúmenes de arena gruesa y 3 volúmenes de piedra chancada. Esta proporción se logra usando 1 bolsa de cemento, 1 buggy de arena gruesa, 1 buggy de piedra chancada y la cantidad de agua necesaria para obtener una mezcla que permita un buen trabajo.
La cantidad de agua varía dependiendo del estado de humedad en que se encuentren la arena y la piedra. Si están totalmente secas, el agua para una bolsa de cemento podrá ser de 40 litros, pero si están totalmente mojadas bastará con unos 20 litros.
Si el concreto ha sido debidamente preparado, colocado y mantenido húmedo,
por lo menos durante 7 días, al cabo de un mes tendrá una resistencia capaz de
soportar las cargas que se le apliquen.