La proporción recomendable para este tipo de concreto es 1 volumen de cemento por 10 volúmenes de hormigón. Esto se logra usando 1 bolsa de cemento, 3 1/3 buggies de hormigón y la cantidad de agua necesaria para obtener una mezcla de buena consistencia.
Adicionalmente, se debe incorporar piedra de zanja en una proporción equivalente a una tercera parte del volumen a vaciar.
Las paredes de la zanja deben ser humedecidas antes del vaciado, para evitar que el terreno seco absorba el agua de la mezcla, lo cual puede producir fisuras en el concreto durante el endurecimiento.
Durante el vaciado del
concreto se debe ir
chuzando o vibrando el
concreto, para evitar la
formación de cangrejeras.