Antes de iniciar el vaciado del concreto, se debe humedecer las paredes y el fondo de la zanja. También se tendrá que considerar los pases de las tuberías de desagüe que se indican en los planos de instalaciones sanitarias.
Para la preparación del concreto, se recomienda utilizar una mezcladora, aunque también se puede hacer a mano, en una zona plana y limpia de desperdicios.
La proporción recomendable para este tipo de concreto es la siguiente: 1 volumen de cemento por 10 volúmenes de hormigón. Esta proporción se logra usando: 1 bolsa de cemento, 3 1/3 buggies de hormigón y la cantidad de agua necesaria para obtener una mezcla que dé buena consistencia
La cantidad de piedra de zanja que se utiliza es equivalente a una tercera parte del volumen de concreto a vaciar.
El vaciado de la mezcla se realizará por capas. Primero, se vaciará una capa de concreto y luego se colocarán las piedras. Así sucesivamente, hasta llegar a la altura deseada.
Las piedras de zanja deberán ser colocadas a mano, asegurándose de que todas queden completamente cubiertas por la mezcla. Ninguna piedra debe quedar pegada a otra.
Durante la colocación de la mezcla, esta deberá compactarse con la ayuda de una varilla de fi erro o puntal de madera. Al terminar el vaciado, la superficie de concreto deberá quedar nivelada.
Es recomendable rayar la superficie sobre la cual se va a vaciar el sobrecimiento, para mejorar la adherencia entre ambos concretos.
Finalmente, se debe mojar constantemente el cimiento durante 7 días después del vaciado. Esto permitirá que el concreto alcance la resistencia necesaria. De lo contrario, podrían aparecer grietas y rajaduras en su superficie.
El tamaño máximo que
puede tener la piedra de
zanja es de 25 cm.