Cuando queremos aplanar una ladera, tenemos dos opciones: cortar el cerro, que es muy difícil porque hay que excavar en roca; o rellenar el talud, para lo cual requerimos construir un muro de contención.
Un muro de contención es una estructura que sirve para soportar los empujes de la tierra y evitar que el deslizamiento de ésta ponga en peligro las casas construidas sobre la ladera.
Los muros de contención pueden hacerse de concreto armado, de concreto ciclópeo o de piedra. El tipo de material a emplear y sus dimensiones dependen de las características de cada zona, por lo cual es importante que un ingeniero estructural esté a cargo de los diseños.
A continuación, se explica los pasos a seguir para construir un muro de contención de concreto armado.
Una vez marcados los límites del lote, es conveniente proteger el lugar de trabajo, sobre todo donde se cavarán las zanjas.
Las excavaciones ubicadas en pendientes o en la parte inferior o a pie de taludes, no se deben realizar sin contar con un cerco de paneles de protección suficientemente resistentes para contener los posibles derrumbes que se puedan producir (ver fi gura 57). Para asegurar este cerco de protección, hay que enterrar puntales de 3” x 3” x 2.50 m a una profundidad de 0.50 m distanciándolos 1.50 m uno del otro (ver figura 58).
Entre los puntales, se clavarán tablas de 1” de espesor que llegarán a cubrir una altura
mínima de 1 m y tendrán como longitud todo el tramo de excavación, guardando
una distancia hacia la zanja de por lo menos 1 m (ver figura 57).
Las paredes de la excavación de la zanja deben ser, en lo posible, verticales y con el fondo plano. Si fuera necesario, se usará encofrado para lograr la verticalidad de la zanja.
El fondo de la zanja será humedecido y apisonado. Si presenta una fuerte inclinación, se nivelará, siendo conveniente vaciar un solado* de mezcla pobre. Esto nos permitirá hacer los trazos y apoyar convenientemente la armadura de acero del muro de contención. La profundidad de la zanja será como mínimo de 80 cm.
El material excavado de la zanja puede ser seleccionado para emplearse como material de relleno. El resto debe eliminarse y llevarse de preferencia a lugares autorizados.