El falso piso es una losa de concreto simple que se encarga de soportar y distribuir las cargas que se aplicarán sobre el piso de la casa.
Una vez compactado el relleno y antes de vaciar el concreto del falso piso, se debe terminar de instalar y probar la red de desagüe. Luego, se deben proteger las tuberías cubriéndolas con concreto pobre.
La preparación del concreto se podrá realizar con la ayuda de una mezcladora o a mano en una superficie lisa y limpia. En cualquiera de los dos casos, la proporción recomendable es de una bolsa de cemento por 4 buggies de hormigón, tal como se ve en la sección 1.12 de este manual. Adicionalmente, se agregará la cantidad de agua necesaria para obtener una mezcla pastosa que permita un buen trabajo.
Antes de iniciar el vaciado, se deben colocar puntos de referencia que nos permitan controlar el nivel de acabado. Generalmente, el espesor del falso piso es de unos 3” ó 7.5 cm. Igualmente, debemos revisar que la superficie haya quedado libre de desperdicios o de cualquier otro material que pueda contaminar la mezcla.
Mientras se va vertiendo la mezcla sobre la superficie compactada, deberá repartirse rápidamente y de manera uniforme, utilizando una regla de madera que la empareje y apisone, y aprovechando su plasticidad antes de que comience a endurecerse (ver figura 85).
La superficie resultante deberá ser plana, nivelada, algo rugosa y compacta.
Durante los 7 días siguientes al vaciado, deberá mojarse la superficie para contribuir a mejorar la resistencia del concreto y para evitar agrietamientos del falso piso.