Boletín Voces de Acero Edición N°04.

Edición N°4

SALUD Y BIENESTAR

 

UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE, UNA ALIMENTACIÓN DE ACERO

 

La alimentación está fuertemente ligada a la salud de una persona. "Dime qué comes y te diré qué padeces" se podría decir en tiempos en los cuales las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer son recurrentes entre la población.

 

Una alimentación saludable significa comer la cantidad adecuada de alimentos, ni más ni menos. En una buena dieta están incluidos todos los tipos de nutrientes, ya que un solo grupo de ellos no nos puede proporcionar todo lo que necesitamos para tener una buena salud.

 

No son lo mismo. Los alimentos son todos los productos naturales o industrializados que consumimos para cubrir la necesidad fisiológica del hambre, mientras que los nutrientes son sustancias que se encuentran en lo que comemos y que el cuerpo necesita para realizar diferentes funciones y mantener la salud.

 

Alimentación y Nutrición

 

Existen cinco tipos de nutrientes: proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. También podemos decir que existen cuatro tipos de alimentos:

 

 

 

 

  • Cereales, caracterizados por dar energía, como el pan, arroz, pastas, avena, etc.
  • Frutas y verduras, que aportan vitaminas, minerales y fibra.
  • Carnes, lácteos y menestras -importantes por su aporte proteico- como la res, pollo, pescado, huevos, leche, queso, yogurt, frijoles, habas, lentejas, etc.
  • Grasas y azúcares como el aceite vegetal, mantequilla, mayonesa, crema, azúcar, caramelos, mermelada, miel, etc.

 

Consejos para una buena dieta

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Las tres principales comidas deben ser muy saludables e incluir frutas y verduras. Asimismo, debemos crear y respetar un horario para comer.
  • De preferencia, elige tus raciones de cereal, pan, arroz o pasta en las versiones integrales y sin grasa.
  • Reduce las grasas evitando alimentos como embutidos, carnes con alto contenido graso -como la costilla-, azúcares, cualquier tipo de fritura y postres.
  • Varía las comidas. No comas siempre las mismas frutas o verduras o el mismo tipo de carne.
  • Evita todo lo industrializado  y procesado ya que tiene sales, grasas saturadas, grasas trans y conservadores.
  • Sírvete raciones moderadas para poder comer variado.
  • Si persiste el hambre puedes repetir la ensalada en lugar de más pan o guiso.
  • No olvides comer despacio y masticar varias veces la comida. Esto te ayudará a tener una mejor digestión de los alimentos.
  • Bebe entre seis y ocho vasos de agua al día.

 

Una alimentación saludable, una alimentación de acero

 

Alimentación y Nutrición

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